Aún más allá de garantizar la libertad, honradez y eficacia del sufragio popular, la democracia es la piedra angular del Tribunal Electoral de Panamá; y por tanto, el fortalecimiento de la democracia y la promoción de la buena gobernabilidad, es una de sus principales tareas. Desde su reorganización en 1990, el Tribunal Electoral no estuvo solo anteel enorme reto histórico que tenía por delante: devolverle la confianza a los panameños en las instituciones, convirtiéndose en el garante de la limpieza de los comicios de transición a la democracia.Este papel se pudo cumplir, primero, por el firme compromiso y gran esfuerzo de los panameños. También porque poco a poco se fueron estableciendo significativas y oportunas reformas electorales. Adicionalmente, y no menos importante, porque se crearon espacios de cooperación horizontal entre organismos e instituciones electorales. Con el devenir de los años, estos esfuerzos colaborativos internacionales se han ido ampliando. El Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA Internacional), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la Organización de los Estados Americanos (OEA), el Centro de Asesoría y Promoción Electoral (CAPEL) del Instituto Interamericano de Derechos Humanos (IIDH), la Fundación Internacional para Sistemas Electorales (IFES, por sus siglas en inglés), el Centro Carter, la Fundación Konrad Adenauer, entre otros, son algunas de las instituciones internacionales que han contribuido y contribuyen en diversos ámbitos de la cooperación, dirigida a fomentar la democracia, tanto con organismos electorales como con partidos políticos y otras organizaciones de la sociedad civil en toda la región. Con respecto a los temas políticos y de fortalecimiento y promoción de la democracia en el hemisferio, también nuestro hermano país de Chile ha tenido un papel importante en muchos de ellos.Chile ha sido un modelo de democracia en Latinoamérica. Ha sido capaz de hacer transiciones constantes de gobiernos de centroizquierda a los de centroderecha, pero siempre de forma consistente con las tradiciones democráticas. Pero las recientesreformas electorales chilenas, impulsadas con el fin de fortalecer su sistemademocrático, a través de la regulación efectiva de las campañas electorales, su control por un órgano con atribuciones suficientes, el financiamiento de los partidos políticos y sobre todo, la necesidad de proveer normas que aseguren la correcta expresión de la voluntad soberana del pueblo. Que generen instancias de participación ciudadana, fomenten actividades políticas con equidad y transparencia; fueron materia de estudio e inspiración en el seno de la CNRE 2015, cuyo gran esfuerzo ha devenido en una reforma amplia e integral de nuestra ley electoral, que establece mecanismos y figuras que procuran generar mayores condiciones de equidad en la contienda electoral, garantizando que todas las fuerzas políticas y todos los ciudadanos tengan las mismas opciones reales para acceder al poder político. La nueva ley también permite a los electores cada vez más acceso a la información, pues un sistema democrático se sustenta en normas de transparencia; procura una mayor y más activa participación ciudadana porque existe una relación recíproca y proporcional entre democracia y participación. Y además fortalece la justicia electoral, salvaguardando los derechos políticos electorales de los ciudadanos y garantizando que todos los actos y procedimientos electorales se efectúen conforme a la ley. En este gran esfuerzo, la embajada de Chile jugó un papel relevante propiciando la participación de expertos chilenos como el diputadoPepe Auth S., quien nos acompañó en octubre de 2015 en el Encuentro con diputados de la Asamblea Nacional, realizado en la provincia de Bocas del Toro.La democracia no se limita a la elección de los gobernantes, ni se construye solo con esfuerzo propio. De allí que el TE, a través del Centro de Estudios Democráticos, promueva espacios de encuentro y debate entre gobernantes y gobernados; entre academia y partidos políticos; y entre distintos actores democráticos internacionales que permitan la transferencia de conocimiento y la difusión de experiencias, que en materia democrática y de elecciones tienen los países de la región; contribuyendo a la construcción de una comunidad académica que reflexione, debata, construya y comparta conocimientos. Bajo estos supuestos se enmarca este Foro sobre Información Pública y Transparencia Electoral, organizado en conjunto con la embajada de Chile, y cuyo objetivo general es desarrollar una instancia de debate a partir de las políticas públicas, en torno a la transparencia, probidad, rendición de cuentas y el derecho de acceso a la información, como elementos que repercuten en los sistemas políticos y electorales fundamentales para un buen gobierno. Durante esta corta jornada, y con la participación de altos dignatarios de Chile y Panamá, académicos, funcionarios y miembros de la sociedad civil, se tomará en cuenta las regulaciones, tareas y perspectivas de cambio que enfrentan los sistemas políticos de Chile y Panamá, con una especial mirada al desarrollo de las campañas y procesos electorales, como parte de una agenda de probidad. Para Chile y Panamá, la relativa coincidencia de sus ciclos políticos hace más oportuno este ejercicio académico que, estamos seguros, contribuirá al fortalecimiento de los lazos fraternales que históricamente nos han unido.