Nos sobrarían dedos de las manos, si intentáramos contar los edificios de instituciones del Estado que mantienen un programa estructural diseñado para reutilizar el agua que cae del cielo en forma de lluvia. Uno de esos pocos inmuebles es el edificio sede del Tribunal Electoral. Según los ambientalistas, esta es una alternativa eficaz, frente al problema de la falta de agua en las reservas naturales que se utilizan para abastecer a la ciudad capital, producto de la intensa sequía que atraviesa el país. Ante esta problemática, el máximo juzgado electoral de la nación, desde el planeamiento de la construcción de su nueva sede en el corregimiento de Ancón, contempló que el nuevo edificio contara con un sistema funcional de acumulación y reciclaje de agua proveniente de las precipitaciones fluviales, aprovechando hasta la última gota del ciclo hidrológico. El subdirector de Infraestructura, Miguel Hall, explica que este práctico mecanismo de almacenamiento y reutilización de agua de lluvia inicia su funcionamiento desde el momento que cae en el techo del TE, para luego bajar por medio de canales internos y tuberías, que conducen el líquido hasta un tanque de reserva con capacidad de almacenamiento de 60 mil galones. El agua recolectada se utiliza para abastecer el sistema de riego de los jardines y también para los mecanismos de descarga de los inodoros en los baños del edificio sede. Agrega Hall, que además, este sistema de reutilización de aguas mantiene un procedimiento en las tuberías, totalmente independiente al de la red que abastece al edificio de agua potable, reduciendo el consumo en un alto porcentaje y garantizando, de igual manera, que las aguas no se mezclen. Cabe destacar que también existe otro tanque de agua de reserva, pero este es de agua potable, que se utiliza para todos los demás requerimientos del vital líquido, como por ejemplo los grifos para los lavamanos, fregadores, fuentes y el sistema de aire acondicionado. Concluye Hall, que con este sistema se generan grandes ahorros para el Tribunal Electoral, en lo que respecta al consumo de agua potable, además de contribuir a la conservación ambiental.