Luego de escuchar los alegatos de las partes, el magistrado Eduardo Valdés Escoffery, sustanciador del caso decidió acoger la impugnación presentada por el perredista Rolando Mirones en contra del acta de proclamación de delegados del corregimiento de Juan Díaz. En sus consideraciones el magistrado Valdés explicó que el recuento no tiene fundamento en la ley o el reglamento de elecciones y decidió anularlo, pero tampoco se tomó en cuenta la primera acta porque igualmente estaba plagada de inconsistencias. Por lo tanto y en una decisión considerada salomónica ordenó la revisión del acta de elección del 1 de agosto y sus actas de mesa hasta descifrar los errores, por lo que proclamó formalmente a los delegados en la audiencia . La nueva proclamación dio como resultado un empate de nóminas para las tres últimas posiciones que fue resuelto a través del tiro de una moneda.