El Tribunal Electoral participó en el ‘IV curso regional sobre apatridia’, celebrado en la isla de Curazao, del 17 al 19 de septiembre de 2015. Correspondió a la directora nacional de Registro Civil, Sharon Sinclaire de Dumanoir, disertar sobre los esfuerzos que hace la institución para la erradicación del subregistro de nacimientos y la prevención e identificación de posibles apátridas en la frontera de Panamá con Costa Rica. Sinclaire de Dumanoir manifestó que luego de la firma de un convenio interinstitucional con el Tribunal Supremo de Elecciones de Costa Rica, en el 2014, se desarrolló una gira conjunta en el cordón fronterizo, que dio como resultado una experiencia binacional exitosa, ya que se logró captar la declaración de nacimientos de alrededor de 250 personas, y se detectaron posibles casos de apátridas. Una persona apátrida es aquella que no es reconocida por ningún país como ciudadano y, por lo tanto, no cuenta con una nacionalidad que la vincule y le otorgue derechos y obligaciones con esta. En el ‘Curso de apatridia’, una de las presentaciones más impactantes fue la de Maha Mamo, quien contó su historia. Nacida en el Líbano, de padres sirios, de diferentes religiones, fue acogida el año pasado por Brasil en calidad de apátrida, pues por las leyes vigentes, tanto en su país de su nacimiento como en el de sus padres, ninguno lo reconoce como nacional. Ella, con 27 años, no tiene un documento de identidad de ningún países, por lo cual no se le reconocen sus derechos humanos; no pudo estudiar una carrera, no tiene una cuenta bancaria, licencia de conducir ni adquirir bienes. Su único documento de identidad es su pasaporte como extranjera apátrida, que le otorgó Brasil. Panamá, en el año 2011, se adhirió a la ‘Convención sobre el estatuto de los apátridas’, de 1954 y a la ‘Convención para reducir los casos de apatridia’, de 1961; pero todavía falta emitir una reglamentación para poder implementar ambas convenciones. En estos momentos, la Oficina nacional para la atención para los refugiados, lidera una comisión para el desarrollo de esta legislación, de la cual el Registro Civil forma parte. En efecto, millones de personas en el mundo están atrapadas en el limbo legal, con un acceso mínimo a la protección legal o internacional o a derechos básicos tales como salud y educación. Es importante que los Estados identifiquen a las personas apátridas en su territorio para que protejan sus derechos humanos básicos.